La tecnología no solo es lo que tenemos en nuestras manos a diario. Está acelerando a un ritmo vertiginoso y mejora la vida de los animales de muchas maneras. Al punto, que puede ayudar en el rescate de algunas especies en extinción.
Camboya alberga 16 especies en peligro. Desde el elefante asiático hasta los leopardos. Lastimosamente, la mayor amenaza es la casa furtiva. Por ello, los conservacionistas están trabajando con un informático de Harvard para detener la práctica. Parece que lo están logrando. Protegen a los animales de la pérdida del hábitat, contaminación y cambio climático, aunque quede mucho por resolver.
Están utilizando la inteligencia artificial (IA), drones, rastreadores GPS, cámaras inteligentes y la nube para poder ubicar los factores problema en las zonas pobladas de animales.
Todos ponen su grano de arena
SMART (Spatial Monitoring and Reporting Tool) es un software que lo crearon en conjunto el Fondo Mundial para la Naturaleza, la Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre y los zoológicos de Londres y Frankfurt. Su intención es proteger animales en peligro. Está siendo usado en más de 2000 ubicaciones en todo el mundo, con el fin de monitorear las poblaciones de animales, recopilar, analizar y enviar datos a los guardabosques.
El uso del GPS fue de las primeras tecnologías usadas para ayudar a los investigadores. Usando un rastreador GPS, los científicos ven los datos de ubicación en tiempo real, pueden recuperar el rastreador y descargar datos. La organización Canadian Wildlife Federation usó tecnología GPS para rastrear tortugas laúd. También usan telemetría de radio para rastrear murciélagos. La intención, obviamente, es ayudar a todas estas especies.
Internet de las Cosas es otra herramienta importante para salvar especies en peligro. IoT está ayudando a los conservacionistas a proteger a los rinocerontes de la caza furtiva. Pero, en vez de rastrarlos uno por uno, se monitorean en manada.