Todos estamos encerrados y mientras los residentes de Llandudno (Gales, Reino Unido) pasan en sus casas la cuarentena decretada para combatir la pandemia del coronavirus, un rebaño de cabras de Cachemira miró la falta personas y tomó las calles de la ciudad-balneario fantasma, dándose un banquete gracias a la vegetación que encontraron en patios y jardines.
La historia de este grupo familiar de artiodáctilos es curiosa y señorial, y difiere mucho de los rebaños de ejemplares de esta raza criados en otras partes del mundo para producir la famosa lana. Todo radica en que los animales de Great Orme, son descendientes de un regalo del Sha de Persia a la reina Victoria.
No solo cabras…
La aparición de dos pumas en pleno Providencia, Ñuñoa y luego en La Reina, caminando entre las calles y jardines de Santiago de Chile, conmovió al país sudamericado la semana pasada. Además, aves cóndores de los Andes se pasean los cielos de la capital de Chile, en medio de la pandemia Covid19.
Estas son noticias que nos impactan, porque el mundo salvaje y también el del cautiverio, están demostrando que, lejos de los humanos, lo pasan un poco mejor. Como el caso de los dos pandas de Ocean Park, un zoológico en Hong Kong, se aparearon naturalmente esta semana.
La hembra y el macho, llamados respectivamente Ying Ying y Le Le, venían intentando aparearse sin éxito desde 2010, por lo que contaban con “años de aprendizaje”, de acuerdo al zoológico. Ocean Park se encuentra cerrado al público debido a la pandemia de coronavirus y la privacidad podría haber influido el comportamiento de los animales.
Michael Boos, director de conservación del zoológico, dijo para la BBC Mundo que todo el personal se encuentra entusiasmado ante una posible panda bebé.