Un balance de la Dirección General de Tráfico (DGT) sobre la siniestralidad vial en 2019, muestra que 1.098 perdieron la vida en accidentes. La cifra más baja desde 1960. Pero, 20% de los fallecidos no usaba el cinturón de seguridad. No usarlo puede conllevar sanciones de 200 euros. Además de las consecuencias para la salud, la principal es el efecto elefante.
Ocurre cuando se produce un impacto y los pasajeros en las plazas traseras no se abrocharon el cinturón de seguridad. Estos salen disparados como un proyectil humano, producto de un frenazo o del accidente de tráfico.
La fuerza con que se golpea una persona que esté adelante, varía de acuerdo al peso y la velocidad del coche. El resultado es similar al peso de un elefante.
¿Por qué es peligroso el efecto elefante?
Si se llegara a producir un accidente a más de 60 km/h y el individuo pesa unos 75 kilos, la fuerza sería de 4,2 toneladas. También puede ocurrir con objetos que vayan sueltos en el auto al momento del impacto, como el móvil, botellas de agua, bolsos o lo que sea, que pueden ser proyectiles peligrosos. Para evitar este tipo de cosas, existe el maletero, ya que los impactos multiplican el peso por cuarenta.
Para prevenirlo debes simplemente abrocharte el cinturón. Te ahorras una multa y proteges a todos los que te acompañan. Pese a esto, hay mucha gente reticente a usarlo.
El nombre “Efecto elefante” provine de una campaña publicitaria originaria de Francia que lleva por nombre “No viaje con un elefante en el asiento trasero”, referente a los daños que pueden evitarse durante un accidente y de lo peligroso que puede ser, para la persona y para quien pueda recibir el proyectil.
Así que, pese a que el acompañante sea delgado o no pese tanto, no debería tomarse a la ligera el uso del cinturón. Puede salvar vidas.