Cuando te toca medicar a tu hijo, posiblemente, sea una pesadilla. Puede que la escupa o la devuelva. Incluso, puede negarse y armar una pataleta. Pero, hay varias opciones para que tu hijo se las tome. Es algo común que tiene que ver con la madurez y la edad. No te desanimes y ayuda a tu hijo a sentirse mejor.
5 tips para lograr que tu hijo se tome el medicamento
- Conserva la medicina un lugar fresco, si es posible el refrigerador, antes de dársela. El frío disimula el sabor fuerte o desagradable. Es mejor que consultes a tu médico más cercano si puedes guardar el jarabe así.
- Para evitar el sabor desagradable, mezcla medicina con un poco de jugo o alguna comida blanda, como budín. Pregunta a tu pediatra antes de hacerlo, ya que algunos compuestos pueden dañar la medicina. En caso de que el niño esté pequeño, no mezcles la medicina en el biberón, porque no recibe las dosis de la medicina indicada.
- En caso de usar una jeringa para alimentar, administra el medicamento poco a poco, las papilas gustativas se dividen en cada zona de la lengua. Si lo haces rápido el sabor será peor.
- Para casos extremos, en algunas farmacias ofrecen. Sobre si una mezcla baja la efectividad de la medicina, aún no hay estudios concluyentes.
- En caso de ser píldoras o pastillas, aplástalas y mezclar con alimentos blandos. Cuida siempre de que se pueda aplastar, preguntando al doctor de confianza.
Educalo sobre por qué debe tomar el medicamento. Puede que al principio no entienda, pero tú sigue explicando cuando se enferme. Hazle saber que la medicina puede ayudarle a sentirse mejor. No digas que es golosina ni mientas, porque cuando se la traguen sabrá amargo o distinto. Por eso, debes decirle para qué sirve cada cosa.
¿Cuál técnica probarás primero?