Pese a algunos casos, hacer ejercicios durante el embarazo es recomendable por sus amplios beneficios. Las excepciones aplican a deportes de alto riesgo de caídas, problemas con la tensión, placenta previa, abortos previos y embarazos múltiples. Pero, de resto, ejercitar una sensación de bienestar y diversos beneficios físicos.
La doctora Carmen Zabau, jefa de Diagnóstico Prenatal del Institut Marqués de Barcelona, le dijo al medio Diez Minutos que ejercitar en estado de gravidez “Mejora la circulación sanguínea y la capacidad pulmonar, regula el ritmo intestinal y aumenta las defensas inmunológicas, de forma que previene enfermedades. Y además, está demostrado que es un estupendo antídoto para combatir algunos síntomas habituales la gestación, como la fatiga, el insomnio, el estrés, el dolor lumbar, los calambres...”
¿Antes del embarazo no hacías ejercicio?
No te preocupes. La ginecóloga propone practicar natación y movimientos en el agua, por lo menos media hora. Así como andar en bicicleta siempre que sea en sitios llanos, para evitar caídas. Aunque, mientras más avanzado la gestación, es menos recomendable. En esos casos, es mejor usar solo la bicicleta estática.
Hay actividades especialmente beneficiosas para embarazadas, según Zabau, “Tres horas semanales de yoga, con asanas y respiraciones específicas para embarazadas, relajan cuerpo y mente y preparan a la mujer para el prolongado esfuerzo del parto”.
¿Eres una deportista?
Si ya practicabas deporte, lo mejor es que consultes tu rutina de ejercicios con tu especialista de confianza. Quizá habrá actividades que deberás parar o modificar, conforme avance el embarazo.
Recuerda que el embarazo cambia de acuerdo a los trimestres por los que pase. En el primero hay un mayor riesgo de aborto, por lo que es especialmente recomendable evitar el sobreesfuerzo. Durante el tercero hay una mayor demanda de oxígeno y te cansarás más rápido. Lo mejor es ejercitar durante el segundo trimestre.
¿Lista para empezar tus ejercicios?