Un hombre chino fue al hospital después de experimentar un fuerte dolor en el pecho y se sorprendió al saber que su molestia fue causada por las llaves de la casa que pensó que había perdido la noche anterior durante una borrachera con sus amigos. ¡Se las tragó!

Identificado únicamente como Chang, de Guangdong, China, salió a tomar algo con sus amigos para celebrar el final de otra larga semana de trabajo. Cuando llegó a casa en medio de la noche, buscó sus llaves, pero no pudo encontrarlas, así que llamó a alguien adentro y les pidió que lo dejaran.

Estaba bastante borracho, así que no pensó dos veces en sus llaves perdidas, sino que se fue directo a la cama. A la mañana siguiente, cuando el efecto adormecedor del alcohol comenzó a desaparecer, Chang comenzó a experimentar un dolor agudo en el pecho, por lo que fue al Hospital Dongguan local para que lo revisaran.

Llaves en el torso

Cuando los médicos realizaron una radiografía de su torso, se sorprendieron al ver lo que parecía una llave alojada en su esófago. Le preguntaron al respecto, y admitió haber perdido las llaves de su casa la noche anterior, pero no pudo ofrecer ninguna explicación sobre cómo terminaron dentro de su cuerpo. Según el sitio de noticias chino Sohu , estaba tan sorprendido como los médicos cuando vio la radiografía.

El personal del Hospital Dongguan analizó la situación y decidió que permitir que las llaves pasaran por el sistema digestivo de Chang y ser eliminadas naturalmente era demasiado arriesgado, ya que el objeto duro podría desgarrarle los intestinos o causar una obstrucción intestinal potencialmente mortal. Al mismo tiempo, tratar de sacarlo con un equipo de endoscopia podría romper su esófago. La tercera opción era una cirugía de emergencia.

El Dr. Zhang Yuyu dijo a los periodistas que primero intentaron quitar las llaves con un gastroscopio, pero encontraron problemas al intentar sacar la sección más estrecha del esófago de Chang, cerca de la garganta. La llave era demasiado grande y tirar demasiado fuerte podría haber rasgado el esófago, lo que habría tenido "consecuencias inimaginables".

Entonces abortaron el procedimiento y reconsideraron sus opciones. Para empeorar las cosas, la mayoría del personal del hospital estaba fuera de servicio por un feriado nacional, pero afortunadamente un anestesiólogo y el subdirector del hospital del Departamento de Gastroenterología cancelaron sus planes y vinieron a ayudar con la emergencia.

Después de que el anestesiólogo le administró a Chang un medicamento que ayudó a relajar sus músculos, un gastroenterólogo pudo sacar la llave de metal y la tarjeta de acceso de plástico del esófago del hombre.

La forma en que Chang terminó tragando sus llaves sigue siendo un misterio que probablemente nunca se resolverá, ya que apenas recuerda nada de su noche llena de alcohol.