Un equipo de ingenieros del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) fueron capaces de crear plantas que brillan en la oscuridad. Incorporaron nanopartículas especializadas en las hojas de la planta de berro. Así consiguieron que fuera capaz de emitir luz tenue por cuatro horas. Los expertos creen que optimizándolas conseguirán que sea capaz de brillar para iluminar un espacio de trabajo. Esto ya es toda una realidad.

"La idea es hacer una planta que funcione como una lámpara de escritorio, una lámpara que no se tenga que enchufar. La luz es impulsada finalmente por el metabolismo energético de la planta", comenta Michael Strano líder del estudio que publica la revista Nano Letters. Esta tecnología puede usarse para iluminar el interior de baja intensidad, transformando los árboles en farolas.

¿Con qué objetivo hacen esto?

Introduce características diferentes a los tipos de nanopartículas. El objetivo a largo plazo es que las plantas cumplan las funciones de los dispositivos eléctricos. La iluminación representa aproximadamente el 20% del consumo mundial de energía "Las plantas pueden autorrepararse, tienen su propia energía y ya están adaptadas al entorno exterior. Creemos que esta es una idea a la que le ha llegado el momento. Es un problema perfecto para la nanobiónica de plantas", dice Strano.

El consumo desmesurado de energía puede traer grandes daños al planeta, como el agotamiento de las reservas, el efecto invernadero, la dependencia energética, dificultad de abastecimiento y contaminación ambiental.

¿Cómo consiguen que funcione?

El equipo del MIT recurrió a la luciferasa, una enzima que da brillo a las preciosas luciérnagas. Esa encima actúa sobre una molécula llamada luciferina, que emite luz. Otra molécula que se llama coenzima A ayuda al proceso. Se encarga de eliminar un subproducto de la reacción, que tiene la capacidad de inhibir la actividad de la luciferasa.

¡Sorprendente!