El miedo a que la pareja que tienes te abandone causa angustia. Es algo más común de lo que parece entre las relaciones. De hecho, no es inusual encontrarlo entre las relaciones. Se trata de algo que muchos conocemos como dependencia emocional. Un peculiar y mal consejero de la mayoría de las personas.

Dependencia emocional: de qué se trata

La dependencia emocional no es otra cosa que la necesidad de relaciones sociales y vinculación con otros. Lo ideal es satisfacerla de manera saludable para construir una identidad fuerte, capaz de confiar en los demás y con una autoestima alta. De no ser así, lo más probable es que la relación sea negativa.

Tiene varias características. La principal es experimentar ansiedad y angustia, deseos de control sobre la pareja, sentimiento de vacío, malestar con la soledad, poner a la otra persona sobre cualquier cosa, idealizar a la persona y la necesidad de agradar al entorno de ese alguien. Usualmente, quien lo siente tiene muy baja autoestima.

Conductas que delatan que lo sufres

El miedo al abandono lo principal de la dependencia emocional. Suele ser una piedra constante en la relación, ya que conlleva a conductas asfixiantes.

Mirar el móvil y pedirle amor

Son conductas controladoras que llevan a asfixiar a al otro. Puede ser desde ver el móvil hasta las redes sociales. Es una necesidad de ver con quién habla y qué hace a cada instante. Sienten que si no les dicen “te quiero”, ni les dan amor a cada hora, es sinónimo de que no los quieren.

Tú no sales sin mí

Son personas que necesitan estar todo el tiempo y todos los días con ese alguien. Ellos no pueden estar un día sin salir o pasar tiempo sin la persona amada. Otra conducta asfixiante. Ven la amenaza de quedarse solos por un momento como aterradora, por el bajo concepto que tienen de ellos mismos.