Considerada una “superfruta”, los arándanos ya eran apreciados en la Edad Media por sus propiedades medicinales. Hoy en día, esta pequeña fruta azulada sigue siendo codiciada por sus múltiples beneficios, especialmente en la piel.
Junto a los arándanos, el acai o las bayas de Goji, los arándanos forman parte del muy cerrado club de las “superfrutas”: estas frutas cuya composición se considera excepcional (cantidad de nutrientes, activos antioxidantes y minerales) por sus efectos definidos en el cuerpo, pero más particularmente en la piel.
Los beneficios antiarrojecimiento del arándano para la piel
Es gracias a sus principios activos ricos en polifenoles y antioxidantes presentes en sus hojas que los arándanos actuarán sobre los distintos parámetros responsables de la microcirculación. La baya reducirá entonces el enrojecimiento reduciendo el efecto vasodilatador que tiene lugar en los vasos visibles de la epidermis y reforzando su resistencia.
Así, se reduce el enrojecimiento de la piel, ¡tienes una piel perfecta! Para el enrojecimiento más intenso, como la rosácea y el eccema, una decocción de arándanos frescos, cepillado varias veces al día en el área afectada ayudaría a reducirlos.
Antioxidante activo para pieles jóvenes
Fuente de antocianinas (el pigmento que da color a determinadas frutas) y antioxidantes, el arándano, gracias a estas moléculas, neutraliza los radicales libres que provocan el envejecimiento prematuro de la piel y que ayudan a prevenir el envejecimiento celular.
Gracias a sus virtudes, las bayas de arándano protegen los tejidos dañados y favorecen su regeneración. El arándano también estimula la microcirculación y la producción de colágeno, lo que da como resultado una piel más elástica, flexible y firme: ¡un verdadero impulso juvenil para tu piel!
Un factor de hidratación
Bajos en calorías, los arándanos también son ricos en agua, lo que contribuye a la hidratación de la piel y por lo tanto la ayuda a recuperar su flexibilidad, suavidad y luminosidad. Por tanto, no dudamos en abusar de este pequeño fruto, ¡sobre todo cuando sabemos que la piel bien hidratada envejece menos rápido!
En el organismo
¡Los arándanos no solo afectan la calidad de la piel! Esta pequeña fruta también tiene muchos poderes para nuestro organismo. También llamada “uva silvestre”, es posible beneficiarse de los beneficios del arándano a través de sus raíces, hojas o bayas. Rica en antioxidantes y flavonoides, el arándano reduciría la fatiga ocular, retardaría el envejecimiento prematuro de la retina y, por lo tanto, mantendría una mejor vista por más tiempo.
Además, actúa sobre la memoria gracias a su acción regeneradora de neuronas y su poder neuroprotector. También actúa sobre enfermedades crónicas como la diabetes gracias a sus acciones hipoglucemiantes, sobre la hipertensión gracias a su poder de elasticidad en los vasos o sobre las infecciones urinarias gracias a sus activos que evitan que las bacterias responsables de la cistitis llegar al tracto urinario.
El poder de los arándanos no se detiene ahí ya que también resulta ser el aliado perfecto para el alivio de los trastornos circulatorios.